Shiatsu y cáncer infantil
Llevo tres años colaborando con ASION haciendo sesiones de shiatsu en la sede, cerca del Hospital Niño Jesús. Mi experiencia como terapeuta ha sido muy positiva y creo que también para los familiares de niños con cáncer que han recibido esta terapia, aunque es mejor que sean ellos quienes cuenten su experiencia.
Hay una motivación de compartir con otras personas y colectivos una terapia que sirve de apoyo para el desarrollo personal, que trata la persona de forma integral trabajando a nivel físico, emocional y mental, te ayuda a ponerte en contacto contigo mismo, es poco invasiva y muy eficaz para la relajación ya que a través de los canales energéticos que utiliza la medicina tradicional china se trabajan puntos que conectan con el sistema nervioso.
El shiatsu es beneficioso para regular el sistema energético, evita que en situaciones de estrés permanente se congestione y que no provoque problemas más serios en unos momentos en los que se necesita tener todos los recursos disponibles.
En el caso de las familias de niños con cáncer creo que les ayuda a relajarse y afrontar mejor la situación por complicada que sea, puesto que les permite darse un espacio para escucharse y tener un respiro aunque sea momentáneo. A nivel físico les ayuda con esos dolores de espalda de noches mal durmiendo en el hospital, tensiones de cuello o dolores de cabeza, sobresaltos y malos momentos que van viviendo, también a aliviar la angustia y la ansiedad, abriendo el pecho para quitar ese nudo que a veces les impide respirar.
Se intenta crear un espacio de confianza donde puedan expresarse si sienten la necesidad o sentirse simplemente apoyados. En las sesiones sienten sus cuerpos, tienen el tiempo y el espacio para soltar tensión emocional y muscular, permitirse e descanso físico y mental, en general consiguen un grado de relajación profundo, en palabras de alguna madre: “es con la única terapia con la que he conseguido relajarme totalmente”, “noto el efecto durante horas e incluso varios días después, e siento más tranquila y puedo afrontar todo desde la calma”, o “es el único momento desde hace meses en el que he sentido paz”.
Al ponerse en contacto con sus sensaciones se dan cuenta de lo importante que es cuidarse para poder apoyar mejor a sus hijos.
Como terapeuta me siento agradecida por el contacto que me permiten estas personas, aprendo de su fortaleza e intento respetar en cada momento sus necesidades e incluso ayudarles a mantener cierta sensación de tensión y fuerza que a menudo necesitan para seguir adelante. Escuchando sus cuerpos se sienten sus miedos y a través del shiatsu buscamos juntos la manera de que no les paralicen, de movilizar la energía, canalizarla para que se convierta en impulso y confianza.
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