El cáncer con perspectiva

10 mayo, 2020

Ana es la protagonista de nuestra entrevista de hoy. Su hija, Carlota, superó un tumor cerebral durante la infancia y ahora, años después, hace balance de lo que supuso para toda la familia la enfermedad y para ella, que fue la cuidadora principal durante y tras el año y medio de ingresos.

1. ¿Cómo conociste ASION?

Conocí la asociación en uno de los primeros ingresos que tuve con Carlota. Se presentaron en la habitación, y me dijeron si necesitaba algo. Como en nuestro caso trabajamos los dos, la trabajadora social de ASION me asesoró en ese sentido para poder compaginar el trabajo con el cuidado de mi hija.

2. ¿Cuánto tiempo pasasteis ingresados en el Hospital La Paz?

Entre los distintos ingresos por los tratamientos y recaídas estuvimos un año y medio.

3. ¿Fuiste tú la cuidadora principal todo este tiempo?

Principalmente sí, pero mi marido cuando estaba ingresada por las tardes se quedaba con nosotras.

4. Cuando un cáncer llega a tu vida, el mundo se paraliza, ¿cómo afectó la enfermedad de tu hija a tu vida, tu profesión, etc.?

Cuando nos dieron la noticia de que Carlota tenia un tumor cerebral, nos lo dijeron a las dos a la vez, ¡¡un horror!! La vida te da un vuelco total, se paraliza y te centras en tu hija y en superar cada día los obstáculos que van apareciendo.

Yo no sé si es porque no fui consciente, pero siempre pensé que todo iba a acabar antes. A lo mejor eso es lo que me ayudó a mantener la fuerza hasta el final. Esto es una carrera de fondo y hay que llegar a la meta.

En cuanto a mi trabajo, yo llevaba trabajando muy pocos meses en la empresa por lo que si me afecto.

5. ¿Cuál es vuestra relación en la actualidad con la asociación?

Colaboro con ASION en lo que puedo, compaginándolo con mi trabajo. También mi marido colabora a través de su trabajo en todo lo que puede.

6. Una vez pasada la tormenta, ¿ha cambiado el cáncer vuestra forma de ver la vida?

Una vez pasado todo, te das cuenta de lo importante que es la salud y de lo maravillosa que es la rutina. La enfermedad, nos hizo unirnos todavía más. Cuando esta enfermedad afecta a lo que mas quieres, te entregas incondicionalmente.

Carlota tiene una hermana melliza, y era importante que ella entendiese la situación, Ana lo hizo maravillosamente bien dándonos las dos una lección de vida.

Aprendimos que lo malo un día se acaba, y ves la luz al final del túnel. Además, aprendimos a ser agradecidos de todo lo que tenemos.

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